sábado, 28 de junio de 2008

Cortesía por sobre todo.


Hoy, a pedido de mi amigo Juan Ernesto,hablaré sobre buenos modales y cortesía aplicados al arte de visitar.Es lo ideal,visitar luego de haber sido invitados.Pero si por alguna nostalgia, o al enterarnos que una persona querida está pasando por un mal momento (de salud,o anímicamente) no es menos noble hacerle saber que nos gustaría visitarlo.Esto se debe hacer telefónicamente, consultando qué día y a qué hora sería oportuna la visita.Nuestra intención es ser agradables , mostrarle nuestro apoyo y disponibilidad para lo que fuese necesario. Y sería contraproducente llegar en momento inoportuno y resultar un fastidio en lugar de una alegría.Otro punto importante es la puntualidad.Si convinimos llegar a las 16:00,lleguemos a las 16:00 o hasta quince minutos después.Por algo llamamos antes,por cortesía.
Quien hace la visita tiene el derecho de elegir la duración de la misma.Lo recomendable es que sea corta.Una hora es un lapso prudencial,excepto las visitas de pésame o a personas enfermas , que preferentemente no deberían superar la media hora.Consideremos que un enfermo sufre a veces necesidades físicas que lo hacen sentir indigno y recordemos que la idea es ser una alegría y no un estorbo.Sólo en el caso de las amistades muy íntimas, se puede hacer uso de esa confianza para permanecer mas tiempo juntos.Sin embargo,las visitas breves suelen ser más deseadas.Debemos ser suaves ,respetuosos y amables en todo momento con la persona que nos ha abierto su casa para hacernos en alguna forma partícipes de su vida.

Siempre se debe retribuir las visitas.Sí, también las de aquellas personas que no nos resultan tan gratas.Un lapso no menor de dos semanas es apropiado para ello.

La cortesía, no es otra cosa que el respeto por el otro.La consideración y comprensión que todos esperamos de los demás.